Necesito ponerle voz a los gritos silentes de los nuevos esclavos. Denunciar las cuerdas que los atan a contratos humillantes. Escribir en pancartas un eslogan que revele la infamia de la explotación que callan, que se traga la lengua y con ellas las palabras. Necesito cantar con miles de guitarras que el pueblo está sumido en falsas esperanzas, trabajo por miseria. Denunciar que aún hay capataces y señores que viven porque otros callan y que mientras yo misma bien vivo, muchos más siguen humillados, indefensos y sin nadie que les ayude a romper sus ataduras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario