Tengo guardados retales de casi todas las telas que han ido vistiendo mi
existencia. A veces confecciono cosas combinando colores, texturas,
estampados. Cuando veo esas labores me vienen los recuerdos. No siento
nostalgia sino cierto regocijo al revivir las sensaciones felices o incómodas que me producían. Aquel resto de falda, el
bolsillo del pijama, la manga de la camisa aquella tan horrible, seguro que para algo han de servir, sonrío y vuelvo a
guardar esos trocitos en una bolsa. Unas gotas de
colonia para que huelan bien, un lazo de seda como cierre y una certeza. Nuestro
presente se viste cada día de nuevo pero en el fondo todos estamos hechos de
retales. Abre tu bolsa y cose para ti algo bonito, en el futuro lo agradecerás.