Me gustan las tormentas, las tardes en casa, las horas en silencio. Me gusta cuando no tienes que ir a ningún sitio porque el calor te tiene prisionera y puedes quedarte a solas contigo. Corre tanto la vida por las calles, es tanto el trasiego de maletas, tantos actos, tantas compras, tanto ruido, tanto tanto que, me gustan las noches en el patio contemplando constelaciones, cenar a la luz de unas velas y leer en la cama hasta que me venza el sueño y luego, si acaso, despertar a la zozobra de un mundo que se ha vuelto loco y enloquecer también, pero eso si, a mi manera.
Y la música, esa siempre la busco en mi corazón.
Ya somos 2
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