Viajes

                               

  Carreteras secundarias, autovías, aeropuertos, caminos, puertos, playa o montaña. Nos preparamos para soñar destinos, miramos guías, consultamos web de viajes  y tomamos decisiones, viajamos antes, durante y después. Aprendemos, compramos, nos cansamos, conocemos, nos divertimos, lo contamos. ¡Ah! Eso, lo contamos. Mostramos las fotos, muchas, demasiadas: posados, morritos, paisajes. Viajamos, nos creemos importantes. 
Por cierto, salgo ahora mismo y, sin maletas ni certificado de vacunación ni pasaporte, me siento en el suelo, me ajusto las gafas y despego dentro de un libro de Javier Reverte. ¿Me acompañáis? Hay sitio, es barato y siempre puedes volver, solo tienes que pasar página.



A pesar de tu libertad

 Mañana comienza el descanso, no sé si suficiente, no sé si merecido. Me gustaría irme lejos, coger un avión, escuchar otra lengua, degustar otros platos. Me gustaría poner un dedo en el mapa y que fuera el azar el que decidiera el destino. No lo haré, no me atrevo. La aventura no cabe cuando persiste la incertidumbre, cuando seguimos dependiendo de la conducta de los que clamando por su libertad limitan la nuestra. Mañana muchos comenzamos nuestras vacaciones, por ventura en la Mancha vivo y como Don Quijote adoro la lectura y no carezco de imaginación. Soñaré que vuelo y aterrizo en el paraíso. Y si,  ahí  está, bajando la escalera, atravesando la cortina de luz que me despierta. Viajo a pesar de tu libertad, la que compra noche y te sacia de alcohol, pobre y estúpido habitante del futuro. Disfrutaré a pesar de ti.

                                         




Encuentros felices

                                     

 La tarde envuelta en grises amenazaba lluvia, el sofocante calor del mediodía se tornó frescor al caer la tarde y al volver la esquina del jardín las blancas paredes de mi pequeño mar parecían pintadas de rosa. No era una alucinación, era el estio que jugaba a disfrazarse y nos regalaba un respiro de otoño. Abandoné el libro, guardé las lentes e intenté absorber el dulce jugo de ese instante. No hay que buscar la felicidad, si queremos, ella nos encuentra en cualquier momento. Es tan fácil, solo hay que dejarse llevar.