Invisibles

En ocasiones te sientes invisible. El último mono. Cuando eso pasa, el grado de disgusto o desilusión es directamente proporcional a los afectos que tu sientes o a los que crees que por ti sienten. Eso se llama "en la consideración que te tienen". De momento, muy sabiamente, pasas un tupido velo, quitas importancia y te acoges a la conformidad, al cabo de unos días percibes como el desconsiderado o los que le están próximos van tejiendo una tela para envolverte en una excusa falaz. Es posible que acabes convencido de que no hubo tal desconsideración sino que tu no cumpliste con lo que se esperaba y es entonces cuando tienes que repasar todos los hechos objetivamente y, si está claro que hiciste lo que debías, pero que ellos no, entonces no te dejes intimidar y pasa, pero de ellos. Aunque también puedes seguir siendo invisible y sonreír. Es lo que suelo hacer aunque por dentro una alerta quede programada, para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario