Siento que llegas

Siento como te duelen las despedidas. La alegría de ese regreso lleva consigo tantos adioses.
Es curioso que el gran anhelo que viste mi alma, en estos fríos días de febrero, da un paso atrás, deja un resquicio a la añoranza de aquellos otros que compartimos allí, en tu otra vida que ya se acaba.
Siento como te duelen las despedidas, mientras, mis ilusiones revolotean por la cocina preparando el menú de tu regreso y, sin embargo, al mismo tiempo me sube un ahogo por el pecho cargado con los recuerdos que nunca olvidaremos de las vivencias que quedaron al otro lado del océano.
Siento como te duele y como te alegra, al mismo tiempo, tu regreso y a mi, cariño, a mi, ni te cuento como me alegra tu llegada aunque comprendo y siento muy dentro como te duele, como te alegra, y por supuesto, cuanto te quiero.
             Siento como te acercas. Ya.

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