Ha sido un verano en el que las
mujeres a través del deporte nos han dado no pocas alegrías. Algunas incluso
han podido acudir a las Olimpiadas a pesar de esos pesares que las someten en
sus países. Un verano en el que a un maltratador le han rebajado la pena al tener en cuenta sus condecoraciones por
mantener la paz en Afganistán y el hecho de estar acostumbrado a ejercer la
violencia por el bien común.
Cuidado Princesas con los que
utilizan sus medallas para tapar los moratones de su chica. Y cuidado con los
que juzgan dónde está la guerra y la paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario