Hoy he caminado hasta la laguna. Centenares de patos nadaban y volaban. Alguien me ha aclarado que había demasiadas gaviotas, que el número crecía amenazando el ecosistema lagunar. La proximidad de un inmenso estercolero, generado por una fábrica en una población cercana, ha ocasionado este problema. Ya se sabe, siempre son los mismos los que llegan al olor a podrido contaminando lo más puro y hermoso.
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