Estar triste


Cuando tenía quince años me ponía triste a veces. Pensaba que era la adolescencia, esa enfermedad que pasamos todos porque hay que romperse para hacerse adulto.

Hoy, con algunas décadas más, estoy triste. Estoy triste con motivo. Eres tu Anabel. Compañera del alma. Soldado en la batalla campal de las bibliotecas del no lugar.





Estoy triste por ti y estoy contigo.

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