Biblioteca

¡Ay las bibliotecarias del conocimiento contemporáneo! Hadas de los cuentos que transitan los mundos de la palabra en pueblos y ciudades en un país donde el trabajo en una biblioteca parece que se hace sólo.
Años de trabajo vocacional, de jornadas que traspasan los tiempos firmados en contratos vergonzantes, tituladas universitarias y esforzadas alumnas en continuo aprendizaje para lanzar la biblioteca a sus distintos destinos, para venderla al pueblo, hacerla necesaria, atractiva y llena de contenidos.
Queridas compañeras y compañeros, pocos, que tras una urna podéis encontrar al mayor de vuestros enemigos.
-Pasa de ellos, pasa mujer, sólo es trabajo- Y ella lo sabe, y todas lo sabemos. Sólo es trabajo pero… ¡Es la BIBLIOTECA! Si, y van a acabar con ella sólo con una llave y una persona de su total confianza. Y van a acabar con ella porque la desconocen, porque ella es plural, libre y profunda.
Cómo nos duele que no entiendan el significado de esta palabra.
Algún día se reconocerá nuestro trabajo pero, que conste que, no queremos ser Hipatia.

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