Cristalinas

Damos a los hijos una piel de palabras por protegerlos del incierto devenir de los días. Abrigados de consejos y reprimendas o bañados de abrazos les preparamos antes de que desaparezcan porque, en un vuelo de chistera y sin varita mágica, su infancia habrá caído por la trampilla del escenario de ese espectáculo en el que compartíamos cartel. Será en un pis pas y aparecerán otros y otras desnudos ante ese público mundo adulto en el que no habrá red a la que caer. Esperamos entre bambalinas por si necesitan manos. Tú y yo hicimos lo mismo, nos volvimos invisibles, quedó la infancia en un agujero en nuestros adentros, ahí sigue confundida en los recuerdos. Aún podemos rescatarnos para entender mejor a los desconocidos que aparecieron de repente y mola y mucho hacer magia. Yo siempre tengo a mano canicas cristalinas para que con sus destellos me muestren  a todas las que he sido, por ahora. Por eso de ponerme en su lugar.

            




2 comentarios: