Es tan gorda la mentira que nos cuentan cada día, que siento
que el monstruo de “Una mentira
gordísima” se ha salido del libro y multiplicado por mil se ha hecho presente en nuestras vidas. En el cuento infantil la
trola hecha monstruo pesado se ha pegado al niño y no se despega de él. Pues
así estamos todos, vivimos rodeados de una mentira horripilante que sale por
las bocas de esos seres que nos lanzan, a todas horas, mil patrañas a través de los medios, detrás de las cámaras, sentados
en sus estrados, en los bancos o viajando de pueblo en pueblo. Ya está bien,
hasta los niños saben que no hay que mentir. Pero hay tantos mentirosos que ya no sabe uno
si mandar al monstruo a paseo o salirse del
cuento.
(Una mentira gordísima de Marjorie W. Shamat)
Pero como las mentiras tienen las patas muy cortas seguro que no nos dejamos embaucar con tanto cuento... Era por seguir el hilo de tu historia que, por cierto, me ha encantado. Un saludo.
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