Huyó el sol de este verano que estrenamos y se cubrió el cielo de grises. Una
brisa invernal recorrió las calles y muchos mostraron su rostro más oscuro.
Murió la esperanza. Terminó la enfermedad por ganar
esta batalla a la vida y la parca se llevó el tiempo, los años y los días,
desde la concepción hasta el último suspiro. Pero la
valentía, el esfuerzo y la capacidad de no rendirse han vencido otra vez, porque en todos nosotros quedará para siempre
el ejemplo de otra luchadora que, como otros, supieron vivir a pesar del
sufrimiento.
La muerte se llevó otra vida y la existencia la ganó para la eternidad.
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