SORELLA


Llegaste como un regalo. Ya nunca llegar del colegio volvería a ser igual, llegaba corriendo, soltaba la cartera y escaleras arriba subía hasta comprobar que allí estabas esperándome, con tu cabecita vuelta sobresaliendo por la barandilla de la cuna, toda ojos.



Buena, buenísima, una hermana que tardó en llegar pero que lo hizo para quedarse para siempre, aquí, conmigo. Tan buena, tan discreta, tan rica. Creciste haciendo círculos sobre ti misma, ordenando tus muñecas y vistiendo a tu gato "Triqui". Quería que tu volaras, salieras, crecieras tanto como yo lo hice desde dentro pero tu recorriendo mis sueños. Y vaya si lo hiciste...



Te conozco, te sigo, te tengo cada día a pesar de esta vida de locos que llevamos. Siempre están ahí tus ojos, tu sonrisa, tu presencia de ninfa, de ondina, de sirena. Tu frágil silueta frente a tu fuerte personalidad. Eres más que una hermana porque llegaste catorce años después y sin embargo, nunca existió el tiempo hecho distancia entre nosotras. Igual tu si has creído que alguna vez yo no estaba, no te confundas, siempre estoy. Recuerda que tengo alas como tu y te sigo de cerca, muy de cerca. No te alejes demasiado de nuestra casa, de los círculos de tu infancia, de tu hada madrina.



No hay comentarios:

Publicar un comentario