Las mentiras

Lo que más me ofende de la mentira es el desprecio a la inteligencia de los demás. Creer que uno es tan estúpido que se tragará la falacia. Pensar que con su enredo oculta sus intenciones, sean cuales sean, y que el otro se quedará tan tranquilo. No dudo que hay quien consigue engañarnos pero, desde luego, lo frecuente es lo contrario y permanecemos en silencio haciéndonos los inocentes mientras por dentro nos sentimos tremendamente ofendidos por el menosprecio. Claro que también reconozco lo divertido que es ver el ridículo que hacen, siempre y cuando la mentira no nos perjudique, entonces cuidado, yo no me voy a dejar engañar. ¿Y tú?

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