Árboles en el solsticio de invierno


Hoy he compartido un árbol de Navidad que una compañera ha hecho con libros de su biblioteca. Un hermoso árbol repleto de palabras escritas en las hojas que cuentan. Yo he puesto uno en casa adornado con luces que iluminen el camino de vuelta de los míos y de los vuestros. Y entre muchos estamos cargando otro de deseos que tienen que ver con el compromiso, con aprender qué es el amor, qué es renacer un año más, aprender a mirar dentro de nosotros y fuera y entender qué es realmente lo que cuenta para plantarlo en medio de la plaza del pueblo, como hacemos desde hace años. Ese árbol pretende iluminar esas oscuras mentes que aún no encuentran el camino para que todos podamos vivir en paz. Si ellos quisieran habría muchos niños y mujeres, hombres y niñas que pasearían tranquilamente por su ciudad. Por ejemplo por Alepo.


                                                                         
                                         


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