Suerte

España, una falla que arde de arriba abajo y de dentro a fuera. España, desmantelada y puesta en venta por los que portan sus banderas. España, piel de toro apolillada, pisoteada en el centro del zaguán de la ambición y el egoísmo. Ahora parece que nos toca comprar las últimas papeletas de una rifa. Se rifan a España, ojalá acertemos y no les toque a los que sólo les interesa repartírsela.











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