Los cuentos

En estos días de desmemoria debemos esforzarnos por recordar. Habrá quien nos cuente el cuento de Caperucita como una novedad. Lo conocemos y tiene muchas versiones. Unas son más modernas, otras tienen bellas ilustraciones, las hay políticamente incorrectas, pero recordad: en todas hay un lobo.

Falacias

No es fácil creer en los que venden palabras como futuro y un presente de saldo.
Crece la dificultad cuando comprendes cuánto se han aprovechado de tus ilusiones.
Aumenta en la medida que la experiencia te descubre el carácter utilitario que han dado a tu confianza.
No, no es fácil creer cuando han hecho añicos la verdad.
Hoy somos muchos los que vivimos sin esperar nada, aunque la esperanza no la hemos perdido. Yo, al menos, he conseguido conquistar mi voluntad y de momento no está a la venta.

Vidas en tránsito


Unos rostros sonrientes nos ayudaron a iniciar el vuelo hacia el río. Miradas, voces anónimas y abajo ya, las nubes.

Fuimos descubriendo y haciéndonos visibles en el autobús. Las caras no existen cuando sólo eres un desconocido pero, cuando los nombres definen las personas y los lugares, cuando las palabras nos enredan en sus formas y nos presentan, entonces nos hacemos reales y tras los rostros aparecen las almas.

Vidas despojadas de sus roles cotidianos, libres. Vidas en tránsito. Quizás nunca volvamos a vernos pero ya, formarán parte de nuestra vida.

En el embarcadero se inició el juego. Hemos nacido a una nueva realidad, entre todos forjamos nuestro viaje. Nos reconocemos cada día. Ahora todos somos río.