Pintura al natural

                                                               
        
 Amanecen en blanco las tejas escarchadas, tres mirlos se disputan la antena anacrónica de una casa vecina, vacía. Una moscarda se mira en el reflejo de su imagen o mira la posibilidad de colarse en mi cocina. Un pájaro anónimo ha defecado en la terraza amenazando la blancura de unas sábanas secando al sol. Un caracol permanece oculto en su casa concha sobre un rayo de sol que trepa por la pared. Un gato blanco busca una chimenea caliente inútilmente y otro pardo lo mira desde el tejado alto de cristal. Y la humana que soy yo pasa la palma de la mano sobre este cuadro matinal, tan hermoso.
Me sobran los pinceles, no hay para tanto ni con un bonito azul ultramar.


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