Blanco satinado

Con una pintura blanca he pintado un mueble que era viejo y al terminar había renacido. Su presencia le otorga a la cocina un aire gustaviano. Lanzada con la brocha he embadurnado una silla, un platero y un mesa que era verde, muy verde. Viendo como todos se hacían presentes he pintado de blanco satinado mi imagen invisible. La invisibilidad es un don y es un castigo cuando no existes para aquellos que debieran mirarte, alguna vez. Pero tranquila amiga invisible yo te veo de todos los colores. Y a los que no te ven yo no los miro.

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