
Cosas de niños
Un patán en carnaval
En mi pueblo nos vestimos de fiestas antes de la cuaresma, bailamos y cantamos nos tapamos los ojos y reímos. Rezamos al son de los tambores haciendo subir las plegarias con bolteo de banderas y arrodillados ante el Dios de los creyentes. Cada cual lo celebra a su manera, todos en paz y concordia. La humildad es patrimonio del ser, la humillación es consecuencia de la maldad del poderoso que siempre necesita sentirse dios. Durante estos festejos, allende los mares, se representó la bufonada del milenio, humilló el patán al supuesto vasallo enarbolando la bandera de la gloria de los que se sienten dignos de adoración. Con sus máscaras de "médicos de la peste" consiguen darnos miedo pero la peste se lleva todo lo que toca, o casi todo. Cuando acaba la fiesta se quema por aquí la sardina, quizás al otro lado del océano se acabe con el besugo cualquier miércoles de ceniza.