Indefensión

 
Se necesitan redes para pescar las vidas que se llevó el agua de la tierra del fuego, las flores y el azahar. Ante la furia de la naturaleza se desata el dolor y la angustia. Se torna lodo el camino y hedor el frescor de sus calles. El miedo y la desesperación anidan en las gentes con más luz de la península y entre tantas palabras tan solo soy capaz de escuchar los lamentos y las llamadas de auxilio pero yo, la que siempre tiene algo que decir, he enmudecido y una vez más me siento como todos indefensa ante el rugido de la marabunta. Acostumbrados a levantar maravillas esta falla también arderá.